miércoles, 25 de mayo de 2011

EL CLÍNICO DE VALENCIA APLICA UNA TÉCNICA PIONERA DE CONGELACIÓN PARA TRATAR ARRITMIAS


El Hospital Clínico de Valencia aplica una nueva técnica pionera para tratar la fibrilación auricular (la arritmia más frecuente), que se denomina crioablación, y que utiliza la congelación como alternativa a la coagulación por calor, llamada ablación con radiofrecuencia, que es la forma más habitual de tratamiento. 

La fibrilación auricular es la arritmia más frecuente en la población general. Se asocia al envejecimiento (puede encontrarse hasta en un 8% de los mayores de 80 años) y a las enfermedades del corazón. Pero también existen formas que afectan a personas relativamente jóvenes y con corazones sin cardiopatía. Estas formas suelen presentarse de forma paroxística, lo que quiere decir que la arritmia aparece repentinamente, dura unos minutos o unas horas y suele desaparecer también espontáneamente. Son precisamente estos casos paroxísticos los que mejor responden al tratamiento. 

La arritmia suele desencadenarse por latidos anormales que se originan en las venas pulmonares, las que traen sangre oxigenada desde los pulmones hasta una de las cámaras del corazón: la aurícula izquierda. El objetivo es impedir que esos latidos anormales alcancen el corazón y provoquen la arritmia. Para ello se intenta aislar las venas del resto del corazón haciendo una serie de lesiones en torno a la desembocadura de cada vena. Para aislar estas venas existen dos técnicas: una con frío (crioablación), y otra con calor (radiofrecuencia). 

En el Hospital Clínico se aplican las dos técnicas para tratar la fibrilación auricular y se selecciona una u otra en función de las características de cada caso. 

La técnica habitual, que se denomina radiofrecuencia, las lesiones se efectúan con una corriente eléctrica, que ocasiona calor en el tejido que está en contacto con el catéter. 

La crioablación, que practica la Unidad de Arritmias del Hospital Clínico de Valencia, consiste en introducir desde la ingle un catéter que en su extremo tiene un balón de 23 o 28 mm de diámetro. Cuando se alcanza el corazón y la aurícula izquierda, el balón se hincha y se impacta contra la vena pulmonar, se inyecta nitrógeno líquido en el balón, con lo que la temperatura desciende hasta 40-60 grados bajo cero y provoca una lesión por congelación. Esta lesión es muy precisa y delimitada y abarca toda la circunferencia de la vena. 

El Jefe de Sección de Cardioestimulación de la Unidad de Arritmias del Hospital Clínico, Ricardo Ruiz Granell, ha explicado que "con esta técnica se logran unos resultados parecidos o ligeramente superiores a la técnica convencional, pero el procedimiento es más reproducible y más seguro para el paciente, porque hay menos complicaciones". Todo el procedimiento es prolongado (entre 2 y 3 horas), el paciente pasa una noche en el hospital y al día siguiente puede hacer ya vida normal. El porcentaje de mejoría está en torno al 70% de los pacientes. Hasta la fecha se ha practicado en una cuarentena de pacientes. 

La Unidad de Arritmias del Hospital Clínico de Valencia es Centro de Referencia de la Comunitat Valenciana y uno de los centros pioneros en el tratamiento de las arritmias en España. 

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